Por Mónica Cué
Es una paradoja cumplir años y muchas veces resulta contradictorio, porque queremos seguir presentes, festejar y apagar una vela cada año celebrando que estamos vivos, festejando con amigos y familiares el momento de alegría, pero por otro lado, nos aferramos a lo que fuimos y nos negamos a asumir ese años más que cumplimos, renegamos y no queremos que se note o que se haga presente. Suena incongruente ¿cierto? Pues así como suena, lo es…¡Incongruente!
Cumplir años es signo tangible de que estamos aquí presentes, es la mejor oportunidad para un nuevo comienzo, para abrir los ojos y entonces hacernos presentes conscientemente y con todos los sentidos, agradecidos y con ganas. Con ganas de seguir cuidándonos, con ganas de seguir celebrando, con ganas de seguir compartiendo con nuestras personas queridas, con ganas de ser, crecer y estar desde la aceptación consciente siendo protagonistas de nuestra vida.
Los años pasan, los años se ven, se reflejan física y mentalmente. Cada uno cuenta, cada uno vale, cada uno ha dejado aprendizajes y nos ha marcado de cierta manera. Entonces… al negar la edad, al querer quitarse años de encima, al restar el número sin aceptarlo, la pregunta sería ¿cuál eliges quitarte? Si todos, absolutamente todos te han aportado cosas. Claro que soy consciente que algunos años me han presentado situaciones difíciles que quisiera borrar, pero no por ello, quiero eliminar de mi calendario todo ese año en el que probablemente tuve días de pesadilla, pero también en otras ocasiones me trajo alegrías, personas valiosas y me hizo madurar de alguna manera.
Con la edad, se cae la piel, se reacomoda el cuerpo, pero lo importante y lo que quiero recalcar es que no se tiene porqué caer la alegría, las ganas y la actitud. Porque yo no valgo por el cuerpo ni el aspecto que tengo, valgo por la persona en la que me he convertido a través de esos años, valgo por el camino andado y por lo que he hecho con el tiempo. Pero más bien por lo que el tiempo ha hecho por mi.
Llevar los años no es ningún castigo que merecí, yo creo más bien que es un premio que me gané y por el que sigo estando presente, donde estoy, como estoy y con quienes estoy. Así que lo celebro y lo recibo con alegría. Asumo mis años orgullosa y no me averguenzo de ninguno, no quiero cambiar mi apariencia en la que claramente se refleja la edad, no quiero regresar el tiempo, ni quiero borrar lo que hoy soy, el cómo hoy me veo y lo cual representa una vida “mi vida”. Se reflejan alegrías y momentos tristes, experiencias, luchas, aprendizajes, lágrimas y también sonrisas infinitas.
Y me atrevo a decir que he tenido una vida plena porque he aprendido a vivirla de ese modo, ahora he aprendido a vivir en calma para que cuando llegue el caos pueda afrontarlo con claridad y no en sentido contrario viviendo todos los días en tal caos que cuando llegue la calma me aferre a sólo ese momento.
Hoy cumplo años y no me incomoda ninguno, me siento orgullosa de cada uno de ellos. Estoy más agradecida que el año anterior de estar viva, de estar sana, de ser exactamente como soy, de estar dónde estoy, con quién estoy y de cada una de las personas y cosas que tengo conmigo.
Me siento realmente privilegiada ¡y lo soy! Eso lo reconozco, lo agradezco, lo valoro y lo atesoro. Gracias a Dios y a la vida por que sí, porque me ha dado TANTO y porque hoy los cumplo feliz.
Gracias también a ustedes que me leen cada semana por su apoyo y todas sus muestras de cariño, porque aunque no nos conozcamos personalmente, siento que ya nos conocemos. Gracias porque se siente espectacular hacer lo que te gusta y tener con quien compartirlo, tener quienes se identifiquen con tu manera de escribir y pensar, tener la capacidad de llegar a alguien con ello, de tocar tantas vidas y de ser parte de ellas. Disfruto simplemente hecho de hacerles pasar un buen rato, o bien, ofrecer un motivo, un tema para reflexionar, pensar, compartir o refutar, tomarlo como apoyo o impulso, hacerlo propio, actuar y cuestionarse sobre ello. Pero además es precioso recibir retroalimentación, interés, comentarios y tantísimo cariño, gracias de corazón.
Gracias a los que con amor siempre están, a las nuevas amistades, a las que se fueron, o a las que regresaron, a quienes están lejos pero presentes y a todos los que por elección han decidido quedarse en mi vida.
Espero compartir con ustedes lo que me falta por vivir, por aprender, disfrutar y seguir siendo… Que empiece una nueva vuelta al sol cargada de salud y sonrisas, de aprendizajes y crecimiento, de proyectos que emprender, de palabras que decir y compartir, de temas infinitos para escribir, de retos, salud y motivos para disfrutar y crear momentos de alegría como hasta ahora.
¡Cumpleaños feliz para mí! Hoy es un día especial porque se sella un número más en mi calendario de vida ¡Celebro cada uno de mis años! Celebro mis cambios físicos, emocionales y de pensamiento; celebro el trabajo personal que he hecho para convertirme en esta versión de mí que me gusta, celebro mi madurez y celebro mi ser, celebro tener con quien compartirlo con tanto amor y sobre todo, celebro poder estar y seguir siendo la protagonista de mis días.
Así que... ¡Bienvenido sea un año más! que se me acumulen muchos así. Con una sonrisa apago mi vela y puedo asegurar que “Hoy los cumplo genuinamente feliz”.
Registro de Propiedad Intelectual ©Mónica Cué
FELIZ CUMPLEAÑOS!, A UN GRAN EJEMPLO DE VIDA Y DE CONGRUENCIA